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¿Es aplicable el FODA a la vida real?
He aplicado el FODA en diversos casos prácticos con pymes y también en mi proyecto de negocio que fue finalista en un concurso nacional en Lima.
Lo que nunca compartí y hasta hace poco lo hice, fue demostrar que la ejecución del FODA puede ser de mucha utilidad en la vida de cualquier persona. De manera particular, he podido aplicar en mi vida este análisis desde que empecé la carrera universitaria y he obtenido resultados importantes en lo que se refiere a la experiencia laboral y académica que gané hasta el día de hoy. La matriz sí es aplicable a las personas, es válido hacerlo y también a todo lo que concierne su desarrollo. Lo experimentado esta última semana, me lo afirmó por completo. Estuve conversando con un amigo sobre su relación sentimental y el hostil momento personal que está pasando. No entraré en detalles, pero lo que sí puedo compartir con ustedes es que le recomendé aplicar el FODA en su relación. La mecánica que pueden utilizar en estos casos es la siguiente: Enlistar todas tus fortalezas y debilidades. En otro lado tus oportunidades contra tus amenazas y deberás plantearte estas preguntas. ¿De qué manera puedo explotar mis fortalezas para aprovechar las oportunidades que se me presenten? ¿Qué debilidades tengo que corregir para no volver a cometer los mismos errores?, y ¿Cómo puedo contrarrestar la amenazas del entorno? en base al diagnóstico obtenido, establecer estrategias que lo conlleven a alcanzar sus objetivos. Las debilidades y las amenazas siempre estarán presentes en el camino de la vida; lo que debemos hacer, es sacar provecho de las oportunidades basándonos siempre en nuestras fortalezas o talentos. Debemos contrarrestar estos factores negativos estableciendo la relación.
Los fundamentos empresariales están íntimamente relacionados con las leyes de la vida y son totalmente aplicables en cualquier situación. Como diría un buen amigo y profesor de posicionamiento: “Todo es cuestión de adaptación”. Hay que adaptar el modelo de negocio a la situación personal que estamos atravesando, de la misma manera en que lo hacen las organizaciones. Hay que también, saber establecer los plazos en nuestras vidas. Podemos empezar dividiendo una hoja en 3 columnas verticales y nombrarlas: corto, mediano y largo plazo. El siguiente paso es escribir todas las cosas que queremos lograr en el largo plazo y así sucesivamente ir escribiendo, de derecha a izquierda, hasta llegar al corto plazo. Esta idea puede resumirse con la frase “Qué puedo hacer hoy para llegar a ser lo que quiero ser mañana”. Obviamente los objetivos trazados en el plazo menor tienen que ser mayores al número de objetivos que se encuentren en los plazos mayores. No olvidemos también que los objetivos tienen que cumplir con la característica SMART: (specific) específico, medible, alcanzable, redituable y que tenga establecido un límite de tiempo. Si tu proyección al largo plazo está sobre los 10 años, tu mediano plazo será la mitad (5 años) y tu corto plazo será el primer año.
Sobre la fijación de los plazos:
Los plazos son establecidos de acuerdo a la magnitud de lo que se requiere. Hay que establecer objetivos cumpliendo con las características SMART descritas anteriormente. En el corto plazo se describen las acciones que, al realizarlas, nos van a permitir acercarnos a nuestro mediano plazo. Una vez llegado al mediano plazo, empezamos a apuntar a nuestro largo plazo. Inamori, el presidente de Japan Airlines, decía: “El largo plazo es un cúmulo de cortos plazos”. Es necesario para esto que, diariamente, hagamos un balance de todas las cosas que hicimos durante el día. Una de las cosas que podemos hacer es ‘enlistar’ las cosas buenas y malas que hicimos, de manera que, podamos sacar conclusiones que nos permitan mejorar para el día siguiente. Ustedes pueden conseguir todo con la estrategia. Ya tenemos una idea de cómo aplicar la matriz FODA y la fijación de plazos en nuestra vida. Recordemos que, escribir estas cosas en un papelote, nos permite tener el ‘campo de visión’ que se traduce como toma de decisiones eficientes. Cuando trabajamos con organizadores visuales o mapas conceptuales, ocurre lo mismo. Nuestro cerebro se organiza mejor para procesar la información. Nos permite interactuar, corregir, analizar y superar nuestra situación actual como persona.
Columna de Miguel A. Koo Vargas – @MiguelKooJr.
Vía @marketinghoy