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Humedal artificial: Innovadora solución para la sequía de la V región

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Un proyecto desarrollado en la comuna La Ligua que permite, a través de la tecnología BioTreat, recuperar las aguas grises para hacerlas aptas en la utilización del riego en la zona.

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La iniciativa desarrollada por Fundación Chile en conjunto con Infraplast y Polpaico, fue inaugurada en la escuela Carlos Ariztía, ubicada en Trapiche, generando un beneficioso impacto para el medio ambiente y para la conciencia de los ciudadanos. La subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile, Ulrike Broschek, señaló que “frente a la importante escasez hídrica que está viviendo nuestro país se hace indispensable impulsar proyectos que permitan realmente mejorar la calidad de vida de las personas, y que hoy está en deterioro por la falta de este importante recurso”.

La zona central de Chile padece una severa crisis del recurso hídrico, dondeel 50% de la Región de Valparaíso presenta una grave sequía y de las 38 comunas de la región, 23se encuentran con escasez hídrica. En este contexto, Fundación Chile en conjunto con Infraplast y Polpaico, desarrollaron un proyecto en la escuela Carlos Ariztía, ubicada en Trapiche, La Ligua. Este proyecto se inauguró en la misma escuela y consiste en la instalación de un sistema pasivo de tratamiento rural de las aguas grises, con tecnología BioTreat, que permite utilizarlas para el riego del establecimiento educacional.

En la actualidad, la comuna de La Ligua presenta una situación crítica tanto en el abastecimiento de agua potable como también en el acceso para el riego. Esto muestra graves consecuencias para la localidad, dado que afecta la calidad de vida de las personas, aumentando la cesantía y disminuyendo la producción agrícola. “Esta situación perjudica sobre todo a los sectores rurales de la comuna, donde varias escuelas han tenido que cerrar sus puertas, debido a la escasez hídrica”, explicó Iván Sepúlveda, asesor Técnico del Departamento De Medio Ambiente de la Ilustre Municipalidad de La Ligua.

La subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile, Ulrike Broschek, manifestó la importancia de desarrollar este proyecto en la escuela de la localidad de Trapiche. “Frente a la importante escasez hídrica que está viviendo nuestro país se hace indispensable impulsar proyectos que permitan realmente mejorar la calidad de vida de las personas, y que hoy está en deterioro por la falta de este importante recurso”, afirmó Broschek. Asimismo, la especialista agregó que “este proyecto se enmarca dentro la iniciativa WaterWeek Latinoamérica desarrollada en marzo del presente, donde se logró compensar la huella hídrica utilizada en el encuentro entorno al agua”.

La escuela Carlos Ariztía de La Ligua consume alrededor de 6 mil litros de agua por día. Con esta iniciativa se espera recuperar 3 mil litros del recurso, debido a que el sistema consigue usar las aguas grises, es decir, aquéllas que fueron utilizadas de los lavamanos, duchas y cocina. El gerente de Infraplast, ChristophePoupard, señaló que “aquí vamos a recuperar las aguas que salen por las tuberías y las vamos a conducir en forma diferenciada de las aguas negras (aguas del baño). Una vez recuperadas estas aguas grises vamos a mandarlas a nuestro sistema de humedal que funciona con plantas tipo totora”.

Este humedal artificial, desarrollado por Fundación Chile en conjunto con Infraplast y Polpaico, permite que las aguas residuales sean tratadas mediante microorganismos que crecen en las raíces de las totoras, alimentándose de los compuestos orgánicos que puedan contener las aguas y, del mismo modo, son filtradas por una gravilla. Una vez lista esa fase, las aguas son cloradas, obteniendo parámetros aptos para la utilización en el riego.

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La jefa de Responsabilidad Social Corporativa de Polpaico, Camilla Angelini, dijo que “este proceso contó con una inversión mínima y, además, no necesita un cuidado y mantención exigente. Sin embargo, genera un gran impacto en el recurso hídrico y también en la conciencia de las personas y los niños”.

A raíz de este proyecto, la profesora y encargada de Medio Ambiente de la escuela, Macarena Santos, reconoció que “esta tecnología nos llegó caída del cielo. Los niños se dan cuenta de la utilización de las aguas grises, dando vida a nuestra escuela. Ahora podemos regar nuestro invernadero y arbolitos, que se estaban secando como consecuencia de la falta del recurso”.

Fuente/fch
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