Nuevas fotografías dan cuenta del mal estado: EL OSO POLAR MÁS TRISTE DEL PLANETA

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En febrero pasado conocimos la historia de «Arturo», un oso polar de 29 años quien desde 1993 habita el zoológico de Mendoza. El animal, último de su especie en cautiverio en Argentina, se hizo público a fines de 2013 cuando una ola de calor puso en riesgo su vida y se temió por su deceso, tal como había ocurrido con el oso «Winner» en el zoológico de Buenos Aires un año antes.Las condiciones de «Arturo» incluyen 35 metros cuadrados con aire acondicionado, una playa de 500 m2, una alberca privada de casi 300 mil litros y apenas 50 cm. de profundidad, donde los guardias deben arrojar bloques de hielo para enfriar el agua y evitar los 40º del verano. A ello, se le deben sumar una depresión por la muerte de su compañera «Pelusa» hace dos años, estrés por encierro, comportamiento errático y problemas en su dentadura.

El oso polar, de 400 kilos y quien ya superó su promedio de vida, de inmediato llamó la atención de grupos ambientalistas para incentivar a su traslado a Canadá, donde podría vivir con temperaturas de -20º en invierno, con el patrocinio del Assiniboine Park Zoo de Winnipeg, que ofreció cubrir todos los gastos para su viaje. Aún así, un grupo de expertos veterinarios determinó que su avanzada edad impediría su traslado, debido a las 40 horas que se necesitan para cubrir los 15 mil kilómetros hasta norteamérica.

Incluso, en aquella ocasión el sindicato del zoológico señaló su deseo que el animal permanezca en mendoza, debido a que «ya no es reproductor y el traslado no sería para conservar la especie, por lo tanto no hay motivo que lo avale».

La historia de Arturo volvió a reflotar en los últimos días cuando los medios ingleses Sunday People y Daily Mail publicaron nuevas fotografías que evidencian su mal estado, destacando una campaña en change.org que acumula 25 mil firmas y que pide a la presidenta Cristina Fernandez su traslado urgente a Canadá.

Su historia no ha pasado inadvertida. Incluso la cantante Cher publicó en mayo una petición a la mandataria que decía «¿No llores por él, Argentina? No hay llanto de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner por las torturas al oso polar. Sus manos estarán manchadas con su sangre cuando muera», señaló en su cuenta de Twitter.