El renacimiento del Fondo Mixto de Apoyo Social

Luego de tres años en «standby», debido en parte a una falta de fondos y al protagonismo que tuvo la Ley Cubillos, el actual ministro de Desarrollo Social relanzó este intrumento de la Ley de Donaciones que permite a las empresas aportar con dinero para apoyar a entidades que trabajan con personas en situación de discapacidad o vulnerabilidad. La iniciativa podría traer un aire fresco a las donaciones corporativas.

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Luego de tres años en receso, ayer se relanzó el Fondo Mixto de Apoyo Social, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social que tiene como objetivo  apoyar a entidades que trabajan con personas en situación de discapacidad o vulnerabilidad.

El tema no es menor debido a que el instrumento, que forma parte de la Ley de Donaciones, podría significar un importante aporte del sector privado a proyectos o instituciones dedicadas a situaciones de pobreza, además de un mayor acrecamiento entre grandes compañías y sus comunidades. Más aún tomando en cuenta que tiene un beneficio tributario para las empresas que realizan aportes.

Y la razón por la que había estado en “standby”, según el Gobierno, es bien simple: no se contaban con los fondos suficientes para llamar a concurso. Pero este año, luego de su aprobación por parte del Consejo de Donaciones Sociales, tiene un total de recursos por $285.333.000.

Marcos Barraza, ministro de Desarrollo Social explica que si bien la ausencia de este instrumento  se debió a un tema de presupuesto, también la sociedad ha cambiado con respecto a estos temas. “Hoy vemos  al sector público y privado mucho más interesado en un desarrollo más sustentable e inclusivo. Este fondo además, potencia el involucramiento de la empresa privada en temas de desarrollo social. A su vez, logra fortalecer el compromiso que las empresas tienen con las comunidades con las que comparten un espacio”, dice Barraza.

Diferentes visiones

Haciendo algo de historia, el Fondo Mixto de Apoyo Social nació en 2006 en el entonces Mideplan. Su objetivo era redistribuir las donaciones de empresas a aquellas entidades sin fines de lucro que por lo general, no las recibían. Hasta el momento, se han realizado cinco concursos públicos del Fondo Mixto de Apoyo Social (entre 2008 y 2012).

Bajo este mecanismo, si un privado quería descontar impuestos donando a dichas entidades, debía obligatoriamente dejar un 33% de dicha  donación en el Fondo Mixto, para que así, este dinero se distribuyera más adelante, mediante un concurso público en una serie de instituciones que previamente se habían inscrito en el Registro de Instituciones Donatarias.

De esta forma, durante los años que estuvo vigente, desarrolló por ejemplo 58 proyectos sólo en la Región Metropolitana, por un monto total de $305.130.717. Mientras que en la Región del Biobío financió 107 iniciativas ($384.912.627) y en la de Antofagasta, sólo 4 ($19.450.100), siendo una de las más bajas.

A principios de septiembre de 2012, el gobierno de Sebastián Piñera anunció que se harían una serie de cambios al Fondo de Reconstrucción, así como a otras leyes referidas a las franquicias tributarias por donaciones. Fue cuando se modifica la Ley 19.885 por las leyes 20.316 de 2010 y 20.565 de 2012 denominada también como  “Ley Cubillos”, en honor Felipe Cubillos, facellido en un accidente aéreo. En este contexto, el Gobierno decidió no seguir con el Fondo Mixto mediante un decreto.

El relanzamiento

Hoy, tres años más tarde vuelve este sistema, cuyos interesados pueden postular hasta el 7 de agosto, al menos en esta versión. Será el Consejo de Donaciones Sociales, quien decidirá qué proyectos se financian o no. Este organismo está compuesto por nueve consejeros del sector público, privado, así como de la sociedad civil.

Pero en el caso de esta nueva versión, los proyectos tendrán, en un principio, énfasis en la Región de Antofagasta, más particularmente en las ciudades de Mejillones, Antofagasta y San Pedro de Atacama. Para ello, se destinarán $61,5 millones, lo que corresponde al 21% del fondo total. “Hemos querido comenzar por esta región debido a que hay varias mineras interesadas en desarrollar programas sociales para sus comunidades. Creo que será algo bastante simbólico que entusiasmaría a otras regiones y empresas”, comenta Marcos Barraza.

De hecho, quienes pueden postular son no sólo las fundaciones y corporaciones que estén en el Registro de Donatarios, sino también “organizaciones comunitarias, funcionales o territoriales, tales como junta de vecinos y asociaciones indígenas, entre otras”, dicen las bases del fondo.  Con respecto a los primeros, pueden postular por montos hasta de $9 millones con proyectos de alcance regional y en el caso de los segundos, hasta $3 millones en iniciativas de cobertura comunal.

Además, cada vez que una empresa donó a este fondo, podrá destinar parte de esos recursos a proyectos sociales dirigidos a una región en particular, en el próximo concurso.

Fuente:Pulso 
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