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ESG: Firmas centradas en sustentabilidad son más atractivas para invertir

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De acuerdo con un estudio de Bank of America, incorporar métricas de ESG (medioambiente, social y gobierno corporativo) es crítico, dado que permite anticiparse a volatilidad futura, riesgo en las utilidades, fluctuaciones en los precios de las acciones, e incluso, quiebras. Pero no es el único estudio. Varios muestran que cada vez más los indicadores de sostenibilidad se relacionan directamente con la salud financiera de una empresa.

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Hace mucho tiempo la sustentabilidad ha traspasado la barrera de las buenas intenciones. Y bien lo saben los inversionistas. De acuerdo con un estudio de Bank of America Merrill Lynch, incorporar métricas que apunten al ESG (sigla de medioambiente, social y gobierno corporativo, en inglés), es crítico, dado que estas son fuertes indicadores de volatilidad futura, fluctuaciones en precios y quiebras.

Según el estudio de BofA “ESG: good companies can make good stocks”, haber contado con métricas de ESG podría haber ayudado a los inversionistas a evitar un 90% de las quiebras. Basado en el análisis de compañías con puntajes ESG que se declararon en quiebra, un inversionista que sólo haya tenido acciones con indicadores por encima del promedio tanto en el indicador medioambiental como social, habría evitado 15 de las 17 quiebras que se han registrado en Estados Unidos desde 2008.

Por otra parte, las grandes compañías con los mejores puntajes en ESG tendieron de manera consistente a tener menor volatilidad en los precios en el futuro en comparación con empresas con desempeño más débil. Las acciones con caídas de precios extremas (sobre 90%), tuvieron un promedio inicial que se ubicó en el percentil 40 o inferior. Por otra parte, mientras mejor le va a una empresa en el ranking de ESG, menos cae el precio de su acción.

En tanto, los peores puntajes han estado fuertemente correlacionados con la volatilidad futura de las ganancias de las empresas, tanto a nivel de mercado como en cada sector, destaca BofA. Más aun, las empresas con dos o más recortes en los rankings de acciones comunes de S&P (una medida de estabilidad de ganancias/dividendos) tuvieron promedios menores que el percentil 40 (débiles), mientras las que vieron alzas se ubicaron en el percentil 70 o mejor (fuerte).

Este estudio da cuenta de la importancia de los factores de ESG a la hora de invertir, pero no es el único. El pionero fue el académico Robert Eccles, de la Universidad de Harvard, que siguió a 180 empresas, 90 que se preocupaban de temas de ESG y 90 que no. Tras registrarlas desde 1993 a 2009, descubrió que el precio de la acción fue 46,4% mayor en las empresas que se hicieron cargo de estos temas en comparación con las que no. “Lo que empieza a pasar es que, dado que invertir en ESG es rentable, las compañías más importantes del mundo comienzan a trabajar estos temas. Además, empiezan a aparecer fondos que sólo invierten en este tipo de compañías, porque el valor futuro de la empresa será mayor. Ya hay 500 fondos de inversión que sólo invierten en empresas ESG en EEUU”, asegura Rodrigo Castro, managing director de ESG Compass para América del Sur.

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De acuerdo con Miguel Chavarría, vicepresidente de MSCI para Sudamérica, la oferta de fondos con criterios ESG predomina en EEUU y en los países nórdicos (Noruega, Suecia, Dinamarca). De hecho, sostiene que alrededor del 50% de los fondos está en esas zonas geográficas. Mientras, en Latinoamérica todavía no hay mucha oferta, a excepción de Brasil, donde hay cinco fondos ESG, siendo el único país que tiene esta oferta en la región, recalca Chavarría.

La mayor rentabilidad del ESG también ha sido percibida en índices de MSCI. “Por cada US$1 millón invertidos en el índice MSCI Latam ESG, fueron generados US$29.722 provenientes de productos y servicios de impacto social”, explica Miguel Chavarría, de MSCI. Por otra parte, las empresas del MSCI Latin America ESG tuvieron un rendimiento superior que las del MSCI Latin America.

“Muchas investigaciones muestran que para mercados desarrollados, incluir estos criterios en la selección de variables de activos puede disminuir el riesgo sin tener impacto negativo en el desempeño”, asegura Chavarría. “Para mercados emergentes se ha visto que los portafolios que consideran criterios ESG no sólo redujeron riesgos, sino que aumentaron su rendimiento considerablemente”, plantea Chavarría, agregando que el año pasado, el 50% de sus clientes del segmento asset management recibieron mandatos institucionales relacionados con ESG. “No se trata de una inversión responsable para cambiar el mundo, sino que entender que el mundo cambió y ver cómo el portafolio se verá impactado por estos criterios”, añade.

Mayores medidas

De acuerdo con Fernanda Cornejo, directora ejecutiva de Accenture Chile, los inversionistas buscan cada vez más gobiernos corporativos saludables antes de invertir, es decir, que su estrategia de negocio tenga como eje estos temas. “Además, ante una sociedad cada vez más empoderada, las compañías deben evaluar el impacto social que tendrán sus proyectos y trabajar en conjunto con las comunidades en las que los desarrollan. En todo el mundo hemos observado una serie de proyectos que han sido suspendidos e incluso cancelados por no desarrollar de forma correcta la relación comunidad-empresa”, plantea Fernanda Cornejo.

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En eso coincide Fernando Córdova, senior manager del área de sustentabilidad y cambio climático de PwC Chile. “Finalmente el inversionista y el mercado en general ponderan el desempeño de una empresa en función de los resultados actuales pero también de la sustentabilidad del negocio a largo plazo, donde los temas sociales por ejemplo como conflictos con la comunidad o de reputación, sin duda pueden afectar los resultados de una empresa, o por otro lado un incidente ambiental puede significar el cierre de una instalación y la consecuente pérdida de valor”, apunta el experto.

A su juicio, las empresas chilenas han avanzado en esta materia por varias vías: la primera, herramientas como la norma 385 de la SVS, que ha permitido conocer las prácticas de gobierno corporativo. En segundo lugar, iniciativas como el Dow Jones Sustainability Index también han dado cuenta del desempeño de las organizaciones en esta materia, y en tercer lugar, los reportes de sustentabilidad también han sido un aporte.

Pero para algunos el autorreporte de las empresas no es suficiente. Rodrigo Castro, de ESG Compass, asegura que los informes que entregan las propias empresas son parciales: la empresa decide qué va y qué no va, y además hay información que la firma desconoce. Por esto, para él la clave está en reunir las dos dimensiones: autorreporte y validación de terceros. Esto, con el objetivo de generar mayor valor futuro.

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Fuente:Pulso 
www.chiledesarrollosustentable.cl

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