Según proyecciones del INE, Chile experimentará en 2035 un punto de inflexión donde por cada 100 niños habrá 117 personas mayores de 65 años, transformando profundamente la estructura poblacional y la manera en que se organizan las comunidades, el trabajo y los sistemas de protección social.

En ese contexto, la compañía presentó su visión de “belleza para toda la vida”, un enfoque que integra ciencia, tecnología e inclusión para abordar los desafíos y oportunidades de la longevidad.

Con el objetivo de abrir una conversación sobre el envejecimiento acelerado de la población a nivel local, L’Oréal Groupe Chile y La Tercera realizaron el encuentro “Longevidad y Sostenibilidad: un nuevo paradigma para el futuro”, instancia que reunió a líderes del mundo académico, social y empresarial para reflexionar sobre cómo el país debe prepararse para una sociedad que vivirá más y con nuevas expectativas de bienestar.

A través de una exposición, Rosita Kornfeld-Matte, experta internacional sobre derechos de las personas mayores para las Naciones Unidas, abordó la longevidad desde un enfoque de derechos humanos y la necesidad de avanzar hacia políticas públicas integrales que acompañen este cambio demográfico, para luego dar paso a un panel de conversación integrado por Marcelo Arnold, antropólogo y académico de la Universidad de Chile y Octavio Vergara, director ejecutivo de Sello Mayor, donde se analizaron los desafíos culturales, sociales, económicos y ambientales que ya están impactando al país.

La instancia fue inaugurada por Magdalena Zapata, directora general de L’Oréal Groupe Chile, quien abrió el encuentro presentando la visión de la compañía frente al envejecimiento y el rol que la belleza puede desempeñar en la calidad de vida de las personas. “La longevidad suele discutirse desde miradas demográficas o económicas, pero para L’Oréal Groupe lo esencial es poner a las personas al centro. No se trata solo de vivir más años, sino de cómo vivimos esos años. Nuestras investigaciones biológicas y científicas buscan desarrollar ingredientes, productos, servicios y experiencias que acompañen a mantener el bienestar y la belleza a lo largo del tiempo. Nuestra visión es clara: belleza para toda la vida”.

Rosita Kornfeld-Matte, experta internacional sobre derechos de las personas mayores para las Naciones Unidas

Agregó que “sabemos que la pirámide poblacional se está invirtiendo y que las personas vivirán más y deberán vivir mejor. Por eso la autoestima, el empoderamiento y la inclusión social son fundamentales. A través de la belleza queremos contribuir a que cada uno pueda realizarse en todas las etapas de su vida y vivir con plenitud durante más tiempo”.

Longevidad: cambio cultural y nuevo paradigma

En su intervención, Rosita Kornfeld-Matte abordó el envejecimiento como un tema de derechos humanos, destacando la urgencia de políticas públicas integrales y estrategias de país que reconozcan la contribución de las personas mayores y garanticen su bienestar.

“El envejecimiento nos va a traer muchas transformaciones: en salud, en educación a lo largo de la vida, en seguridad social, en el trabajo, en las estructuras familiares, y por eso la Asamblea General de Naciones Unidas declaró la década del envejecimiento saludable desde 2021 al 2030. La colaboración entre gobiernos, sociedad civil, medios de comunicación, sector privado y academia es de tremenda importancia, porque ninguna de estas instancias, por sí sola, puede proponer políticas de envejecimiento. Para avanzar, necesitamos escuchar la percepción de las personas mayores y de la sociedad civil, y tomar decisiones basadas en evidencia”.

Respecto a las profundas transformaciones sociales que implica este fenómeno, Marcelo Arnold, subrayó que el envejecimiento poblacional obliga a repensar la forma en que nos organizamos como sociedad. “Hay que entender que la irrupción del envejecimiento poblacional es un cambio radical, un cambio global, una revolución silenciosa. En el ciclo tradicional –educarse, trabajar, jubilar– se está produciendo una extensión de tiempo, un nuevo tiempo disponible, sin libreto, que puede abarcar una, dos o tres décadas. Ese ‘saldo positivo de vida’ afecta cada una de las estructuras sociales, todo nuestro mundo cotidiano, y nos obliga a ajustar y adecuar nuestras instituciones a estas nuevas condiciones”.

Por su parte, Octavio Vergara, señaló que el mundo del trabajo y las empresas aún no incorporan plenamente el cambio demográfico en marcha, pese a que la longevidad, bien gestionada, puede convertirse en una fuente real de valor para la productividad, la sostenibilidad de los negocios y la calidad de vida de las personas mayores.

“Lo principal que ha pasado en Chile es que, como estamos envejeciendo tan rápido, no se conversa, no se aborda, y eso tiene repercusiones muy fuertes en la calidad de vida de las personas mayores y también en cómo nos preparamos como sociedad. Las empresas han integrado nuevas tecnologías y el cambio climático en sus modelos de negocio, pero el cambio demográfico se habla poco y se incorpora poco. Si generamos las condiciones adecuadas desde el punto de vista laboral, las personas mayores viven mejor y los países pueden ser más sostenibles y resilientes. Hoy la gran mayoría de las personas mayores que trabajan lo hacen en la informalidad, y ahí hay todo un talento que no se está canalizando. Conocer mejor al cliente y a la fuerza laboral mayor es clave para tener negocios más sostenibles y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de las personas mayores”, aseguró.

La jornada concluyó con la intervención de Marcela Siri, directora de Asuntos Corporativos, Engagement y Sostenibilidad de L’Oréal Groupe Chile, quien invitó al público a proyectar cómo debería ser la longevidad que el país aspira a vivir. A través de una dinámica participativa, se construyó un “árbol conceptual” con palabras que sintetizaron la visión de los asistentes: plenitud, autonomía, bienestar, propósito y sostenibilidad.