Connect with us

Conversación

Valentina Durán y la gestión ambiental basada en la equidad

Published

on

Valentina Duran - sentidos comunes
Asistió al primer curso de Derecho Ambiental que se dictó en el país en 1994, en las salas de la Universidad de Chile, y ahora es docente de esta cátedra.  Su primer trabajo como abogada ambientalista lo hizo en la Conama, y hoy es socia de un estudios de abogadas que se dedicada a temas de sustentabilidad, y presidenta de una consultora dedicada al mismo tema. Este año integró la Comisión de Medioambiente del Comando de Michelle Bachelet, y acá hace una revisión a los resultados de ésta, que terminaron en el programa presidencial de la candidata de la Nueva Mayoría.
¿De qué se trata la idea de tener una gestión ambiental basada en la equidad?

La desigualdad en todas sus expresiones es una gran fuente de descontento social y su combate ha sido un eje muy importante en el discurso y motivaciones de Michelle Bachelet. Y la desigualdad también se expresa cuando hablamos de medioambiente. Está ampliamente demostrado y todos podemos apreciar cómo el deterioro ambiental y la contaminación afectan directamente y con mayor gravedad a la calidad de vida y la salud de la población más vulnerable. ¿Quiénes? Los más pobres, los niños, los ancianos que sufren cada invierno con los episodios críticos de calidad del aire, los pequeños agricultores, productores y pescadores cuya subsistencia depende de la calidad de los elementos del medio ambiente y de la disponibilidad de los recursos naturales, los trabajadores informales que se exponen a riesgos.  Esta desigualdad brutal, además de ser injusta, genera un clima de inestabilidad que dificulta la inversión.

Michelle Bachelet ha dicho que el desarrollo no es verdadero si no es inclusivo y sustentable y esto significa no sólo que debemos equilibrar el crecimiento económico y la protección ambiental, sino también, hacerlo con equidad social, con las generaciones presentes y también con las futuras.

En concreto, una gestión ambiental basada en la equidad o en la justicia ambiental quiere decir privilegiar el diálogo entre todos los sectores, reduciendo las asimetrías existentes, y nivelando la cancha. La experiencia nos muestra que lo barato cuesta caro en todo sentido.

Tres medidas concretas ilustran esta gestión ambiental basada en la equidad: (1) Se establecerán nuevos mecanismos institucionales y recursos para dar orientación efectiva, mediación y defensa ambiental ciudadana, que facilite la solución de problemas ambientales locales. (2) Además, para aquellas comunidades potencialmente afectadas por un proyecto sometido a evaluación ambiental, se diseñará una  instancia de apoyo técnico para analizar y entender las  implicancias de la eventual instalación de esa actividad, y para facilitar una participación informada en la evaluación ambiental. (3) En cuanto a pasivos ambientales, el impulso a un plan nacional de gestión de situaciones graves de contaminación existente, con la más amplia participación y un plan integral para disminuir, hasta erradicar, la grave exposición a sustancias y pesticidas tóxicos que existan en aquellos territorios de grave exposición o con graves efectos heredados.

¿Cuáles tienen que ser las primeras medidas para que el Estado ejecute una mejor y más equitativa política ambiental?

En su anterior gobierno, Michelle Bachelet logró sacar adelante en un tiempo récord, la ley que reformó la institucionalidad ambiental, creando por primera vez un Ministerio del Medio Ambiente, separándolo del nuevo Servicio de Evaluación Ambiental, y, muy importante, creando la Superintendencia del Medio Ambiente que se dedica exclusivamente a la fiscalización ambiental orientada a lograr el mayor cumplimiento ambiental. También presentó el proyecto de creación de los Tribunales Ambientales que se aprobó durante este gobierno.

Esta reforma del 2010 requiere ser profundizada y completada,  dándole mayores recursos a las instituciones creadas. Además hay dos áreas que son de la mayor urgencia y que inspiran las medidas de los 100 primeros días en la gestión ambiental.

Primero: Recorriendo el país la ex presidenta ha quedado alarmada por los graves problemas de calidad del aire en Santiago y en regiones. Al menos 10 millones de personas están expuestas a una concentración promedio anual de MP 2,5 superior a la norma. Más de 4000 personas mueren prematuramente al año por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la exposición crónica a MP 2,5, que es el contaminante más dañino. Existe un porcentaje significativo de comunas que no cumplen la normativa vigente.

Por ello el compromiso es que en los primeros 100 días se iniciará el proceso de renovación de los planes de prevención y descontaminación en aquellos casos más urgentes, para incorporar las medidas más efectivas según las mejores tecnologías y prácticas hoy disponibles, para publicarlos dentro los dos primeros años.

Segundo: Y hay una pata coja que es la Biodiversidad. La reforma preveía que el enero de 2011 el gobierno tenía que presentar un proyecto de ley que creaba el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. En marzo de 2011 se presentó ese proyecto de ley, pero su tramitación, tras casi tres años, sigue detenida.

Por eso en los 100 primeros días Michelle Bachelet impulsará en el Congreso la creación de un Servicio Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas dotado de herramientas para conocer, valorar, proteger y restaurar la biodiversidad a lo largo del país, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas.

El impacto del fenómeno del calentamiento global en el mundo va en constante aumento, ¿cuál es la situación de Chile, y con qué tipo de políticas publicas se enfrenta el problema?

El cambio climático, reconocido como el mayor problema ambiental global, tiene también un grave impacto nacional. Somos altamente vulnerables a los efectos del cambio climático, que impacta y amenaza cada día más a la biodiversidad, paisaje, y a la vida diaria de los chilenos. Se predice que nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) continuarán aumentando en forma significativa, siendo el consumo de energía en el país, el que más aporta a estas emisiones.

Debemos configurar nuestra gestión ambiental en forma coherente con la importancia del desafío que implica el fenómeno del cambio climático. Hemos propuesto que el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad pase a denominarse “Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático”. Este órgano debe elaborar, con la máxima celeridad posible, un nuevo plan nacional de cambio climático con una visión transversal e integrada, en adaptación, mitigación de impactos y creación de capacidades, orientando las medidas adoptadas hacia una economía baja en carbono que beneficiarán doblemente a Chile: aportarán tanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como a la calidad del aire que respiramos en Chile y a la calidad de vida de los chilenos.

La meta mínima es cumplir el compromiso de emisiones de gases de efecto invernadero, asumido por Michelle Bachelet en nombre de Chile el 2009 en la XV Conferencia de las Partes de Cambio Climático, de reducción de emisiones en un 20% al 2020 sobre la línea de base del año 2007.

Ésta es una tarea de Estado y se recogerá todo lo avanzado hasta ahora para avanzar con paso decidido porque tenemos que llegar al 2015 con un compromiso vinculante que ofrecer al mundo en la Conferencia de las Partes que se celebrará en París, y ser capaces de cumplirlo.

dobles 1

¿Cuál es la evaluación que haces sobre el uso y el respeto que le da el mundo público y privado a nuestros recursos naturales; y específicamente al agua? ¿Cuáles deben ser los lineamientos de las políticas sobre el uso de este elemento?

Nuestra economía se ha basado en la extracción y uso de nuestros recursos naturales.  Pero estamos frente a un modelo que se agotó. En cuanto al mercado de los derechos de aguas, el resultado es que ni siquiera el Estado sabe bien cuales ni cuántos son, no se resguarda nuestro patrimonio ambiental, el mundo rural no tiene suficiente acceso al agua, y tenemos acuíferos sobre explotados de manera dramática y en definitiva no se aseguran los usos sociales del agua. La institucionalidad pública en este ámbito es insuficiente y no efectiva para cumplir los roles fundamentales de planificación, normativo, de fomento, diseño de política, regulación y fiscalización.

El Estado tiene que asumir su responsabilidad para que aprovechemos nuestros recursos en forma adecuada y sustentable. Y en esto la reforma política y la nueva Constitución son fundamentales. En cuanto a las aguas, estamos frente a un modelo que se agotó, y el cambio climático nos anuncia que la escasez hídrica que hoy enfrentamos no hará más que aumentar. ¿Cómo les explicaremos a nuestros nietos que no hicimos nada frente a esto?

Por eso las medidas van desde la Nueva Constitución, hasta acciones urgentes a iniciar en los 100 primeros días de gobierno. En una nueva Constitución, junto con el derecho de propiedad y la libre iniciativa económica, el Estado deberá tener el dominio pleno, absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de los recursos hídricos y mineros y derecho a regalías por el aprovechamiento de los recursos naturales. De un punto de vista jurídico, la Nueva Constitución deberá reconocer las aguas como bienes nacionales de uso público, cualquiera sea el estado en que se encuentren, el lugar en que estén depositadas o el curso que sigan, incluidos los glaciares. La ley debe poder reservar caudales de aguas superficiales o subterráneas para asegurar la disponibilidad, calidad, seguridad y continuidad del recurso hídrico para todas las personas y usos. Hoy tenemos acuíferos agotados, como en Copiapó, donde estuve recientemente en un foro, y situaciones graves en todo el país, que arriesgan severamente nuestra seguridad y sustentabilidad.

Entre las medidas más inmediatas, hay un compromiso para los primeros 100 días de Gobierno, de nombrar un Delegado Presidencial para los Recursos Hídricos, con dedicación exclusiva, a fin de identificar y avanzar en soluciones a la escasez de agua en el país. Existen a lo largo del programa otras medidas, como las Mesas Territoriales del Agua, para realizar los diagnósticos y adoptar las medidas necesarias tanto a nivel nacional como en cada cuenca.

Las ciudades chilenas sufren cada día más por los efectos de la contaminación, ¿cómo se avanza hacia una mayor fiscalización y una normativa menos vulnerable? Ya sea en ruidos, residuos, olores, etc.

Además de los problemas con la calidad del aire, tenemos que diversos estudios han analizado la presencia de sitios con suelos contaminados en distintas zonas del país, sin embargo, existe insuficiente información sobre este riesgo generado por distintas industrias y actividades a lo largo de nuestra historia. Adicionalmente, un 64%, de los suelos disponibles presentan erosión. Generamos 17 millones de toneladas anuales de residuos municipales e industriales. Más del 60% se disponen en rellenos sanitarios cumpliendo la reglamentación vigente, 20% en vertederos que cumplen estándares de los años 80, y el restante 20% se dispone aún en basurales o vertederos ilegales. Estamos expuestos a niveles de ruido que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

La creación de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) tuvo detractores que no querían un organismo con facultades robustas capaz de ingresar a un establecimiento, detener o clausurar una actividad contaminante o imponer multas disuasivas. Pero afortunadamente Michelle Bachelet sacó adelante esta iniciativa, en línea de las recomendaciones de la OCDE, y hoy la SMA tiene todas las facultades necesarias y sólo requiere de mayores recursos, autonomía y presencia nacional completa para poder desplegar una estrategia de fiscalización que promueva el cumplimiento ambiental que es fundamental en un estado de derecho. La fiscalización responde a diseños de política para que idealmente los regulados reciban las señales suficientes de que más vale cumplir que esperar a ser sorprendido. En mi actividad privada constato todos los días el efecto que tuvo esta nueva institucionalidad. Hoy todos, algunos más y otros menos, están preocupados y ocupados viendo cómo cumplir o regularizar sus situaciones. Porque los riesgos de sanciones y de imagen son altos.

Y si lo relacionamos con la calidad de vida, la mayor parte de las denuncias que recibe la SMA se refieren a ruidos y olores, por lo tanto, esto debe tener una reacción tanto en términos de coordinar y mejorar la fiscalización, para lograr mejores niveles de cumplimiento, como para completar la normativa, aún insuficiente especialmente en materia de olores. También en términos de equidad, es importante que  la SMA se concentre en aquellas zonas más afectadas por cargas ambientales.

¿Cómo es posible que la contaminación de Santiago no sea una discusión política de primera línea?

Cada invierno la contaminación atmosférica se transforma en un tema de primera línea y probablemente el invierno de 2014 no será la excepción. Los costos en términos de muertes prematuras y atención de salud son enormes. Hemos avanzado, pero las soluciones son caras y requieren de la mayor decisión y coordinación, poniendo por delante la salud de las personas. Es importante que la autoridad entregue información completa, transparente y fidedigna sobre las concentraciones de contaminación, las fuentes y los episodios críticos, que se decreten a la brevedad las zonas latentes y saturadas, que se actualicen las normas y que se renueven los planes de prevención y descontaminación, no sólo en Santiago sino en el resto del país.

Necesitamos avanzar hacia planes efectivos incorporando nuevas medidas estructurales para enfrentar la contaminación, sobre la base de lo que nos dicen los estudios y la ciencia. Hoy los combustibles que más nos afectan son también los más baratos: la leña y el diésel. La leña, usada en el 5% de los hogares de Santiago, aporta hasta el 45% de las emisiones primarias de material particulado, y hasta un 70% en invierno. Las fuentes móviles diésel aportan 25 veces más PM2.5 que los gasolineros. El 2012 la OMS declaró el humo diésel como cancerígeno categoría A, a la par con el plutonio y el humo de cigarro.

Como parte de la reforma tributaria el programa plantea un impuesto a los vehículos de mayor consumo de diésel, además de una serie de medidas destinadas a mejorar el transporte público como la integración de las bicicletas, además del fuerte impulso a las energías renovables no convencionales.

Junto con reformas estructurales, debemos mejorar la fiscalización con una estrategia liderada por la Superintendencia, y considerar que las tecnologías actuales nos permiten por ejemplo incorporar activamente a los ciudadanos como colaboradores de la fiscalización, a un bajo costo.

¿Qué se debe considerar patrimonio natural? ¿Cuál es la mejor estrategia para protegerlo y promoverlo?

La diversidad biológica es parte del patrimonio natural y cultural de Chile. Constituye la base del desarrollo nacional en la medida que provee los recursos naturales, bienes y servicios de los cuales depende nuestro bienestar y el de las futuras generaciones, nuestra calidad de vida y propia identidad nacional. Por nuestro aislamiento, tenemos especies y ecosistemas únicos en el mundo, sobre los cuales tenemos poca información y muchas presiones y amenazas de grave pérdida de biodiversidad.

En su anterior gobierno, Michelle Bachelet creó o gestionó la creación de tres parques nacionales, un parque marino, un monumento natural, una reserva nacional, cinco santuarios de la naturaleza y tres sitios Ramsar. Pero no es suficiente, la biodiversidad requiere ser conocida, valorada y protegida tanto en áreas protegidas como fuera de ellas, a través de instituciones y herramientas efectivas. Por eso es urgente completar la reforma para contar con una ley de protección de biodiversidad que entregue estas funciones a un Servicio. Por eso se plantea también reforzar la investigación nacional en este ámbito.

Todavía algunos creen, negando toda evidencia, que la protección del medio ambiente es un lujo que países en desarrollo no se pueden permitir. Esa idea es obsoleta. El medioambiente es condición de bienestar.

Hoy el turismo en torno a los parques nacionales y a nuestros paisajes y recursos naturales puede ser una importante carta económica de nuestro país. Todavía algunos creen, negando toda evidencia, que la protección del medio ambiente es un lujo que países en desarrollo no se pueden permitir. Esa idea es obsoleta. El medioambiente es condición de bienestar. No es un lomo de toro. La mirada sabia y que le hace bien al país es aquella que entiende que tenemos que invertir en más y mejor medioambiente y que ello no es un impedimento para el crecimiento económico.

Fuente: www.sentidoscomunes.cl

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Conversación

El objetivo marcado por la UE para evitar el declive de los polinizadores no es suficiente, advierte estudio.

Published

on

Un nuevo estudio internacional muestra que los objetivos marcados por la Unión Europea (UE) para evitar la desaparición de los polinizadores no bastan para detener la pérdida de estos insectos, que son claves, no solo en mantener la biodiversidad, sino también en sostener la producción agrícola.


El trabajo, que aparece publicado en la revista Science y que ha contado con la participación de grupos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), insta a aumentar la extensión de los hábitats naturales dentro de la superficie agraria, así como garantizar su calidad y permanencia a largo plazo.

La Estrategia de la Biodiversidad de la UE indica que, para proporcionar espacio a los animales y plantas silvestres, a los polinizadores y a los reguladores naturales de plagas, “urge que al menos el 10 % de la superficie agraria vuelva a estar ocupada antes de 2030 por elementos paisajísticos de gran diversidad”.

Aquí se incluyen, entre otros, las franjas de protección, las tierras retiradas de la producción sobre la base o no de la rotación, los setos, los árboles no productivos, los muros de terraza y los estanques.

Este compromiso del 10 %, según el equipo investigador, no es suficiente para garantizar la supervivencia de los polinizadores. Para llegar a estas conclusiones, el equipo científico examinó cómo el área y la calidad de los hábitats naturales influyen en las poblaciones de distintos polinizadores.

El estudio, basado en 59 investigaciones en 19 países, muestra que las abejas solitarias necesitan un 16 % de hábitat natural en zonas agrícolas, los abejorros un 18 % y las mariposas un 37 % para lograr una protección efectiva.

El estudio confirma una regla sencilla: cuanto más hábitat natural hay en zonas agrícolas, mayor es la presencia de polinizadores. Los resultados revelaron también que los hábitats con mayor abundancia de plantas con flores también albergan más polinizadores de todos los grupos.

Imagen de Photorama en Pixabay

Sin embargo, la calidad del hábitat no siempre compensa la falta de espacio disponible. “Hemos visto que, aunque la calidad de estas áreas sea alta, si no se alcanza el mínimo de hábitat natural resulta imposible mantener poblaciones de polinizadores sanas”, explica Ignasi Bartomeus, investigador del CSIC en la EBD-CSIC.

En este sentido, el equipo científico insiste en que lo esencial es ampliar primero la extensión de los hábitats naturales. “Es mejor concentrarse primero en aumentar el área de los hábitats naturales, en lugar de gestionar pequeños hábitats, incluso cuando tienen muchas flores”, afirma Gabriella Bishop, primera autora del estudio e investigadora de la Universidad de Wageningen.

Calidad y permanencia de los hábitats

El trabajo también advierte de que aumentar significativamente la extensión de los hábitats naturales no basta si no se asegura la calidad y permanencia de los nuevos hábitats a largo plazo.

La conservación de polinizadores en Europa se centra en gran medida en medidas temporales en pequeñas áreas de tierras productivas, como la creación de franjas de flores silvestres junto a los cultivos. Investigaciones anteriores han demostrado que esto sí genera un aumento temporal de insectos y polinizadores, pero no ofrecen una solución duradera.

“Hay cultivos, como muchos frutales, en los que conservar la biodiversidad dentro de las fincas es compatible con una alta producción agrícola, pero en otros cultivos más intensivos, como el girasol, se necesitan compensaciones económicas por destinar tierras cultivables a mantener la biodiversidad”, explica Bartomeus.

De ahí que el equipo científico insista en la necesidad de mecanismos de apoyo estables para el sector agrícola. José Luis González Andújar, del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) y también firmante del artículo, señala que “para que se produzca una transformación real, es necesario reconocer económicamente a los agricultores que destinen parte de sus tierras a generar y conservar espacios naturales. Este esfuerzo debe mantenerse durante, al menos, dos décadas; de lo contrario, la falta de estabilidad generaría inseguridad en el sector agrícola y los polinizadores apenas obtendrían ventajas”.

“Hacer una transición a una agricultura más sostenible requiere pensar qué paisajes queremos tener, y eso involucra tener en cuenta tanto la parte ecológica, económica y social del paisaje”, concluye el investigador de la EBD-CSIC Ignasi Bartomeus.

La investigación se ha realizado en el marco del proyecto europeo SHOWCASE, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, que busca crear sinergias para integrar la conservación de la biodiversidad en las prácticas agrícolas.

Referencia:

Gabriella A. Bishop, David Kleijn, Matthias Albrecht, Ignasi Bartomeus et al. «Critical habitat thresholds for effective pollinator conservation in agricultural landscapes». Science.

 



Fuente/CSIC/ SINC/Derechos: Creative Commons.
Chile Desarrollo Sustentable 
www.chiledesarrollosustentable.cl 
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS 
twitter.com/CDSustentable 
#CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Conversación

¿Hemos superado realmente el umbral de 1,5 °C de calentamiento marcado por el Acuerdo de París?

Published

on

El informe sobre el estado del clima de 2024 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la temperatura media anual global en 2024 fue 1,55 °C superior al promedio del periodo 1850-1900, que se toma como referencia para medir el calentamiento del planeta.


La temperatura media global superó los 1,5 °C brevemente durante un mes o más en 2016, 2017, 2019, 2020 y 2023. Sin embargo, el año pasado fue el más cálido en los 175 de los que se tienen registro. ¿Pero significa todo esto que ya hemos sobrepasado los 1,5 ºC que establece como umbral el Acuerdo de París?

Las ambigüedades del Acuerdo de París

El Acuerdo de París, aprobado en la conferencia sobre cambio climático de la ONU de 2015 (la COP21), hace ya más de diez años, determina que se debe “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.

Se trata de un acuerdo político-diplomático entre los países que han ratificado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

No obstante, su redacción contiene ambigüedades y genera dos preguntas fundamentales:

  • ¿Qué significa “respecto a los niveles preindustriales”? Pues este período define la temperatura base de referencia para poder delimitar sus incrementos, sus variaciones, sin ambigüedad.
  • ¿Cuándo se considerará que la temperatura ha superado los 1,5 ºC de aumento? Es decir, ¿durante cuánto tiempo debe sobrepasarse ese umbral?
Gráfica que muestra un aumento de la temperatura entre 1850 y 2024
 
Anomalías anuales de la temperatura media mundial en relación con los niveles preindustriales (1850-1900) desde 1850 hasta 2024. Datos de las fuentes que indica la leyenda/Estado Global del Clima 2024, CC BY-SA

¿Qué se considera “periodo preindustrial”?

El nivel preindustrial se refiere a la temperatura media global antes de la Revolución Industrial, que se utiliza como referencia para los efectos del calentamiento global. El CMNUCC encargó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que definiera qué se consideraría como niveles preindustriales: la respuesta fue el Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1,5 °C.

El periodo escogido fue del año 1850 al 1900, cincuenta años. Su selección se debe a que representa el tiempo durante el que se dispone de observaciones con suficiente calidad de las temperaturas superficiales de la tierra y el océano, lo que permite una comparación precisa. Además, la temperatura del aire global fue relativamente estable, con una media aproximada de 13.84 °C.

Con una influencia humana en el clima todavía relativamente pequeña antes del uso progresivo e intensivo de los combustibles fósiles, se consideró como una buena referencia para poder valorar el efecto de las actividades humanas.

Este período aumenta en 20 años el período clásico de 30 años definido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que resulta de los datos promediados y denominados normales climatológicas estándar de la OMM, que habían sido definidos ya en el año 1872.

Un aumento de la temperatura sostenido durante 20 años

Lo cierto es que todavía no podemos afirmar que hemos superado el umbral de los 1,5 °C tal y como establece el Acuerdo de París.

Las temperaturas globales no aumentan de forma gradual. Debemos considerar la diferencia entre la variabilidad natural del clima –por los fenómenos de El Niño y por la actividad volcánica– y la variabilidad que define su tendencia en el tiempo –el actual proceso de calentamiento–. El sistema climático oscila en diferentes escalas de tiempo con frecuencias temporales a corto y largo plazo.

Imagen-de-Gerd-Altmann-en-Pixabay.

Por tanto, la cifra de 1,5 °C se refiere a un calentamiento planetario promedio sostenido, no solo al valor de un solo año, que por sí solo podría ser anómalamente más cálido o más frío que el promedio a largo plazo. Pero ¿por cuánto tiempo debe mantenerse ese aumento de la temperatura para considerarlo una tendencia?

La Segunda Revisión Periódica del objetivo global a largo plazo de la Convención aclaró que “el objetivo se evalúa a lo largo de décadas” (COP22 de Sharm el-Sheikh, Egipto, en 2022). El IPCC, en su informe sobre las bases físicas del cambio climático, define el momento de superación como “el punto medio del primer período de 20 años en el que la temperatura global del aire en superficie promedia más que la temperatura umbral”. El uso de este promedio ayuda a garantizar que las tendencias del calentamiento se deban a la intervención humana y no a variaciones naturales.

Así, habrá que esperar 20 años para confirmar si superar el umbral de 1,5 °C se mantiene como una tendencia. La humanidad solo sabrá con certeza si hemos alcanzado el límite del Acuerdo de París en retrospectiva. Lo que implica el riesgo de retrasar su reconocimiento y la correspondiente reacción.

Hace falta consenso.

El calentamiento se está acelerando. En el informe de 2021 del IPCC se indicaba, en casi todos los escenarios de emisiones, un alcance de los 1,5 °C “a principios de la década de 2030”. Y, el reciente informe de la OMM Actualización Climática Anual Decenal Global 2025-2029  indica que es probable (con un 70 % de probabilidad) que la media quinquenal de 2025-2029 supere los 1,5 °C.

Abordar la cuestión de cuándo entraremos en un período de 20 años con un calentamiento promedio de 1,5 °C no es, por lo tanto, solo un ejercicio de seguimiento del registro de temperatura global. Tiene una relevancia fundamental para la gestión de riesgos climáticos y la planificación de la adaptación.

Evaluar el aumento de la temperatura media global utilizando el calentamiento promedio de las últimas décadas retrasará el reconocimiento formal de cuándo la Tierra supera el límite de 1,5 °C. Esto probablemente genere distracciones y retrasos justo cuando la acción climática es más urgente.

Se necesita definir y acordar una métrica única y consensuada que describa claramente la superación del umbral de 1,5 °C –ya existen algunas alternativas– y anticipar los acontecimientos que lo precederán. Los impactos asociados serán graves. Tal aumento podría parecer una realidad lejana, pero podríamos estar alcanzándolo antes de lo que imaginamos de acuerdo a las observaciones ya disponibles.

La ocurrencia del primer año con un calentamiento de 1,5 °C implicaría que el período de 20 años que alcanza el objetivo inferior del Acuerdo de París ya ha comenzado y que los impactos esperados con este nivel de calentamiento ya se están manifestando.

 




Fuente/The Conversation (Creative Commons)
Chile Desarrollo Sustentable 
www.chiledesarrollosustentable.cl 
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS 
twitter.com/CDSustentable 
#CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Conversación

Nuevas reglas para fomentar la captura de carbono y alcanzar el objetivo de cero emisiones

Published

on

El reto de combatir el cambio climático ha evidenciado la necesidad de promover diversas medidas para alcanzar la neutralidad climática, es decir, que las emisiones netas de gases de efecto invernadero sean cero.


En los últimos meses, tanto en España como en Europa se han aprobado distintas normativas encaminadas a fomentar la certificación de absorciones obtenidas a través de proyectos de captura de carbono en una amplia diversidad de ecosistemas. Esto ha abierto un arcoíris de colores para el carbono en función del lugar donde es capturado: verde en ecosistemas terrestres; azul en ecosistemas marinos; verdeazulado en humedales de agua dulce; púrpura a través de captura directa del aire o en industrias; y blanco y rosa según si es capturado en salinas o en ecosistemas de algas calcáreas.

Sin embargo, ¿qué requisitos deberían cumplir esos estándares de certificación que fomentan la venta de absorciones en el llamado mercado voluntario de carbono para ser realmente útiles y evitar el “ecopostureo? Este mercado voluntario permite a promotores privados y públicos compensar sus emisiones de dióxido de carbono (su huella de carbono) con la compra de créditos de carbono generados a través de proyectos de absorción certificados.

¿Cómo afrontamos el cambio climático?

La reducción drástica a nivel global en las emisiones de gases de efecto invernadero debe ser la principal medida si queremos mantener el incremento en la temperatura por debajo de los niveles fijados desde el Acuerdo de París. Aunque aún estamos lejos de dicho objetivo, Europa ha liderado en los últimos años el camino a través de diversas normativas dirigidas a lograr la neutralidad climática para el año 2050.

Imagen de GreenCardShow en Pixabay

Sin embargo, como advierten desde la Unión Europea y desde el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), para poder obtener cero emisiones netas de CO₂ será necesario incrementar de forma significativa las absorciones de CO₂ de la atmósfera en reservorios a largo plazo. El objetivo es contrarrestar tanto las emisiones difusas –aquellas liberadas a la atmósfera desde fuentes que no están concentradas en un solo punto, como chimeneas, sino que se dispersan en un área más amplia– como las residuales, que persisten incluso después de implementar las mejores tecnologías y prácticas disponibles para reducir la contaminación.

¿Cómo lograr la neutralidad climática?

Para lograrlo, cualquier empresa o administración pública debería poder medir su huella de carbono a través de protocolos estandarizados. Posteriormente, debería diseñar planes de reducción de dichas emisiones tanto a corto como a medio plazo.

Una vez reducidas al mínimo, el siguiente paso es compensar las mismas a través del fomento de actividades que conlleven una captura de gases de efecto invernadero a largo plazo. Estas suelen expresarse en forma de capturas en toneladas de CO₂-equivalente, tras la conversión del poder calorífico en la atmósfera de los distintos gases de efecto invernadero a unidades de CO₂.

A nivel europeo, la tipología de proyectos y actividades que se podían incluir dependía de la normativa de cada país, ya que, hasta la reciente aprobación del Reglamento (UE) 2024/3012, no existía un marco regulatorio común. Este documento recoge proyectos y actividades que mejoran el almacenamiento de CO₂ a largo plazo en depósitos geológicos, terrestres y marinos.

Integra, además, aquellas actividades que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, como las derivadas del cambio en el uso del suelo, gestión de turberas o mejoras en las prácticas agrícolas. También incluye actividades que fomenten la captura de CO₂ en productos con una vida larga.

Marco o estándar de certificación de absorciones de carbono

Para que cualquiera de estas actividades sea considerada, debe someterse a un marco de certificación o a un estándar que defina de forma clara su tipología. También debe determinar los actores que intervienen en el proceso, los plazos y documentación requeridos en los distintos procedimientos, las metodologías utilizadas para estimar  y verificar las capturas obtenidas, dónde quedarán registradas esas absorciones y cómo pueden utilizarse, etcétera.

Al fin y al cabo, un estándar no es más que un conjunto de reglas que pretende dar una garantía y seguridad jurídica tanto a quien promueve la actividad, como a quien adquiere esas absorciones para compensar sus emisiones. Además, también debe generar seguridad y confianza a los ciudadanos que toman decisiones en función de las políticas de responsabilidad ambiental de las empresas.

Entre los puntos más importantes que deben incorporar estos estándares destacan el establecimiento de los criterios que aseguren la adicionalidad de la actividad. Es decir, deben asegurar que el proyecto genera un incremento neto en capturas de carbono, que no se desarrolla por una obligación legal y que sin la financiación proveniente de los créditos de carbono generados no se llevaría a cabo el mismo.

Imagen de nosita en Pixabay

También es importante que definan claramente el periodo durante el cual las absorciones de CO₂ atmosférico son atribuibles al proyecto (periodo de crédito) y el tiempo en el que el promotor del proyecto se compromete a velar por la integridad de las absorciones de carbono capturadas (periodo de permanencia). Además, deben incluir las metodologías necesarias para llevar a cabo la verificación y certificación de las absorciones conseguidas, así como su seguimiento, y evitar la doble contabilidad de las absorciones certificadas.

Sin un establecimiento claro de estos aspectos podrían desarrollarse actividades que generaran absorciones fantasmas o con nula utilidad climática. Es decir, proyectos de absorción donde no existe adicionalidad, y por lo tanto, no se logra una reducción neta de las emisiones y/o se certifican absorciones inexistentes.

Las novedades del reglamento europeo

La mayoría de estos aspectos son tratados en el nuevo Reglamento (UE) 2024/3012 del Parlamento Europeo. No obstante, existen muchas incertidumbres sobre distintos aspectos que deberán irse solventando en próximas fechas. A pesar de ello, esta nueva normativa tiene aspectos novedosos al incluir por primera vez a nivel europeo las capturas producidas en ecosistemas marinos y costeros, responsables de más del 50 % del enterramiento de carbono a nivel global. Algo que, replicado recientemente a nivel nacional a través del Real Decreto 214/2025, ya fue abordado de un modo pionero por la Junta de Andalucía hace algo más de dos años, con la publicación del Estándar andaluz de carbono para la certificación de créditos de carbono azul. Esta iniciativa ha permitido poner en marcha el primer proyecto de absorción de carbono azul en Europa certificado por una administración pública.

Sin perder de vista un objetivo: la sostenibilidad

El reglamento europeo incluye, además, una salvaguarda para evitar el ecoposturero y fomenta la obtención de beneficios secundarios en la ejecución de este tipo de actividades en relación con los objetivos de sostenibilidad. Por ejemplo, se fomenta que los proyectos incrementen los beneficios directos e indirectos que recibe el ser humano de los ecosistemas (las funciones y servicios ecosistémicos), así como la obtención de mejoras tangibles en las comunidades locales donde se desarrolle el proyecto.

Tengamos en cuenta que el foco de atención está actualmente en el carbono, y debe utilizarse como paraguas para mejorar la gestión y conservación de nuestros ecosistemas, permitiendo una entrada de financiación privada para desarrollar conservación pública. Sin embargo, hay que evitar que se convierta en una herramienta vacía o especulativa porque, como ya decía el refrán, «no es carbono todo lo que reluce”.

 



Fuente/The Conversation
Chile Desarrollo Sustentable 
www.chiledesarrollosustentable.cl 
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS 
twitter.com/CDSustentable 
#CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Conversación

COP15 Ramsar: Chile postula red de ecosistemas costeros de la Región de Atacama como humedales de importancia internacional

Published

on

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas se encuentra participando de la 15° Conferencia de las partes de Ramsar, en Zimbabue, donde lidera una agenda que incluye la presentación de los avances de nuestro país en la protección de ecosistemas acuáticos y el trabajo realizado en el marco de la red de salares protegidos impulsada por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric  


En el marco de su intervención en el plenario de la 15° Conferencia de las Partes Ramsar que se celebra en Victoria Falls, Zimbabue, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, anunció este jueves la postulación de una red de 4 humedales costeros de la Región de Atacama para que sean reconocidos como humedales de importancia internacional (sitios Ramsar). 

Se trata de Desembocadura del Río Copiapó, el Humedal Costero Totoral, la Desembocadura Río Huasco y el Humedal Carrizal Bajo que en total suman al menos 127 hectáreas. Estos se ubican en una zona semiárida al sur del Desierto de Atacama, que destaca por estar dentro de las 25 zonas hot spots con mayor diversidad biológica del mundo por su gran gama de especies de flora y fauna y su alto endemismo.  

«Nuestro planeta enfrenta una triple crisis de cambio climático, de pérdida de biodiversidad y de contaminación que afecta a todos nuestros ecosistemas, entre ellos, a los humedales costeros, urbanos y turberas. Estos ecosistemas cumplen múltiples funciones como reservas estratégicas de carbono, barreras naturales ante inundaciones y fuentes de agua limpia para nuestras comunidades, pero se encuentran gravemente amenazados”, expresó la autoridad en el plenario de este evento internacional.   

La ministra explicó que “el reconocimiento de esta red de humedales como sitios Ramsar permitirá a nuestro país preservar estos frágiles ecosistemas a través de nuevas y eficaces herramientas que mantengan sus características ecológicas, promoviendo el cuidado de la biodiversidad biológica y las fuentes de agua, lo que es clave en la mitigación al cambio climático y el futuro de la humanidad”.  

En concreto, esta red de humedales costeros de la Región de Atacama propuesto por Chile “aportará a la ruta de aves migratorias, humedales, flora y fauna endémica de Atacama, especies en problemas de conservación, la recarga de aguas subterráneas, servicios ecosistémicos como turismo, y la conservación de valiosos sitios paleontológicos”, dijo la autoridad.  

La Seremi del Medio Ambiente de Atacama, Natalia Penroz, indicó que “esta es una muy buena noticia para la región, poder contar con un segundo Sitio Ramsar, reconociendo el valioso patrimonio natural que tenemos, los humedales costeros, donde en los últimos años hemos hecho un esfuerzo para poder dar algún grado de protección a todos ellos y este anuncio viene a respaldar y potenciar este trabajo”.

8c9a4227 a8a2 45cf ab17 5883f993b85e

COP15 Convención Ramsar  

La ministra Rojas también destacó el carácter diverso y representativo de la delegación chilena que participa en esta COP15, la que “refleja el compromiso de nuestro país con la protección de los humedales”. Esta incluye al senador Alfonso de Urresti, a la alcaldesa de Valdivia Carla Antmann, a representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio del Medio Ambiente, como también de la organización Comunidad Humedal, de la Fundación Kennedy, del Centro de Humedales Río Cruces de la Universidad Austral y del Centro de Desarrollo Sostenible de la Pontificia Universidad Católica de Chile.  

Cabe recordar que la Convención Ramsar es un acuerdo internacional de carácter multilateral que promueve la conservación y el uso racional de los humedales. Actualmente, se erige como el único tratado a nivel mundial que se centra en un “único ecosistema” y constituye una instancia en la que los países se comprometen a avanzar en ciertos objetivos generales como la designación de sitios para incluirlos en la Lista Ramsar de “humedales de importancia internacional”. Esto último coincide con el anuncio dado a conocer esta jornada por la ministra Rojas.   

Chile es parte de este instrumento internacional desde 1981 y hasta ahora tiene 16 sitios Ramsar designados a nivel nacional, que suman 363.927 ha.  

Fotos (créditos: Francisco Morey)



Chile Desarrollo Sustentable 
www.chiledesarrollosustentable.cl 
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS 
twitter.com/CDSustentable 
#CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Conversación

Sistema frontal aliviará los menores niveles de los embalses para generación eléctrica acumulados a mayo

Published

on

El último estudio realizado por el Coordinador Eléctrico Nacional sobre la seguridad del abastecimiento para los próximos 12 meses, descartó riesgos para el suministro de energía en el país. Sin embargo, sólo tres de los nueve embalses destinados a generación se encuentran en niveles sobre el 50% de sus cotas mínimas.


El sistema frontal que está afectando a la zona central permitirá elevar no sólo la disponibilidad de agua, sino que también mejorar la capacidad de generación hidroeléctrica en el país. Y es que si bien los embalses destinados a la producción de energía hidráulica no enfrentan una situación crítica, ni tampoco existen riesgos para el suministro de energía de acuerdo a los modelos del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), lo cierto es que la cantidad de energía embalsada exhibe un descenso en comparación al registro de hace un año.

De esta forma, el nivel de la energía gestionable que consideran los embalses destinados a la generación eléctrica acumulaba un total de 1.130,1 GWh hasta este martes. A la misma fecha de 2024 ese valor alcanzaba los 1.372,8 GWh, lo que constituye un 18% menos entre un año y otro. Sin embargo, ello no implica que existan riesgos para el suministro de energía eléctrica, ya que según el último Estudio de Seguridad de Abastecimiento -un informe mensual que elabora el mismo Coordinador-, para el período entre mayo 2025 y abril 2026 no existen déficits de energía en el horizonte de proyección.

El informe, que modela ocho escenarios distintos -entre ellos condiciones hidrológicas desfavorables, indisponibilidades en unidades generadoras de mayor tamaño en ubicaciones relevantes y la indisponibilidad de un tramo del sistema de transmisión importante para el Sistema Eléctrico Nacional-, sostiene que “para las condiciones y escenarios considerados en el presente estudio, no se obtiene déficit de energía durante el horizonte analizado”.

Eso sí, el nivel de energía embalsada que se consideró para la confección de dicho informe era mayor al existente previo al sistema frontal. El documento detalla que sus supuestos se realizaron considerando los 1.616,6 GWh de energía acumulada en embalses al 22 de mayo. Ello reflejaba una diferencia negativa de sólo 2% frente a los 1.650,2 GWh registrados en 2024 a igual fecha.

Con todo, según las últimas estadísticas del Coordinador sobre las cotas de los embalses, sólo tres de los nueve destinados a generación se encuentran en niveles sobre el 50% de sus cotas mínimas.

En concreto, hasta las 08:OO horas de este miércoles, la situación de los embalses y sus centrales hidroeléctricas era la siguiente: Lago Chapo (Canutillar), se encuentra con un nivel del 48% respecto a su cota mínima; Embalse Rapel (Rapel), con el 1%; Laguna La Invernada (Cipreses), con 57%; Embalse Melado (Pehuenche), con 9%, Embalse Colbún (Colbún), con 41%; Laguna Laja (El Toro), con 41%; Embalse Ralco (Ralco), con 0%; Embalse Pangue (Pangue), con 62%, y Laguna del Maule, con 53%.

Todo lo anterior arroja que, previo a la llegada del sistema frontal, los embalses registraban un nivel de excedencia del 82%. Ello quiere decir que, del total de la estadística desde el año 1960 a la fecha, el 82% fue igual o más húmedo -o lluvioso- que lo registrado al presente año.

Gabriel Olmedo, coordinador de Riesgo de Evol Services, refrenda esto señalando que “durante el año hidrológico 2023-2024 tuvimos un repunte importante en los niveles de embalse por una mayor presencia del fenómeno del niño. Hoy esa situación ha cambiado”.

“Pese a que la energía embalsada este año no tiene muchas diferencias respecto al 2024, nos encontramos en un punto de inflexión de cara al segundo semestre de este año”, enfatiza.

En el análisis de Olmedo, el promedio de las precipitaciones anotó una disminución de un 32,16% en lo que va del año. Ello, detalla, repercute en los costos del SEN.

“La disponibilidad del recurso hídrico repercute principalmente en el costo del agua en los embalses que asigna el Coordinador Eléctrico Nacional en sus programas de operación del sistema eléctrico. Si es que la expectativa de un año seco aumenta, entonces el precio del agua también lo hará, y viceversa”, afirma.

No obstante, Olmedo remarca que si bien los costos marginales de la energía se encuentran más altos en comparación al año anterior, ello se debe “principalmente por razones operacionales relativas a los sistemas de transmisión”.

“Si bien febrero y marzo estuvieron marcados por una mayor generación térmica, el apagón del 25 de febrero llevó al Coordinador a imponer restricciones operacionales por motivos de seguridad que redujeron las inyecciones de fuentes renovables, lo que encareció la operación del sistema. Con todo, el costo marginal de la energía ha aumentado cerca de un 34% si uno mira los meses que han marcado mayores diferencias, como febrero, marzo y abril”, agrega.

Otro factor que incide, según el experto, es la evolución de precios de los combustibles, marcada por la volatilidad asociada a la guerra arancelaria entre China y Estados Unidos, especialmente en el gas natural.


Fuente/Pulso
Chile Desarrollo Sustentable 
www.chiledesarrollosustentable.cl 
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS 
twitter.com/CDSustentable 
#CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Trending

Somos Chile Desarrollo Sustentable primeros en Sostenibilidad / Teléfono: +56 227166421/ E-mail: [email protected] / Copyright © Chile Desarrollo Sustentable / Sostenibilidad CDS./Valor Sostenible